POEMAS PARA MI MAMITA

Mi madre linda, humilde y sencilla.

Una mujer que me ha amado con amor; con amor profundo.

Fui su compañía y ella la mía,
cuando el mundo quería separarnos.

Desde el vientre me escondía,
y sus pláticas yo las oía,
yo y ella recibíamos rechazos,
pero ella seguía caminando con su cara en alto.

No se avergonzó en tenerme,
ayudándome a crecer y mantenerme.

Aunque era la más despreciada por mi padre,
yo era la más deseada por mi madre.

Recuerdo sus lágrimas, después de los argumentos con él.
Quería consolarla y vengarme de él.

Me dolía verla así, con el tiempo,
las razones de las gotas que corrían por su cara.

Era por nosotros,
los que deseábamos huir de la casa.

La que logró hacerlo
terminó volviendo
cansada del mundo extranjero,
lleno de amor con fingimiento
y amigos traicioneros.

Yo, era la que le seguía a mi hermana,
mas no pude ser como ella de mala.

En los momentos que quería huir,
recordaba los consejos
y las lágrimas de mi madre fluir.

Su triste cara yo miraba.
Eso me hizo decidir
que no podía traicionarla.

Las veces que no la miraba,
yo siempre sabía por donde andaba.

Dos trabajos ella por nosotros luchaba.

Y cuando llegaba tarde a casa
yo me preocupaba.
Mujer sufrida.
Mujer valiente.
Daba su vida por nosotros
hasta la muerte.

Hacía todo lo posible
para no vernos con ropa maltratada.

Y disciplinarnos
para que la gente no nos viera con mala cara.

Es por eso que la amo.
La amo con amor profundo.

Después de estar tanto tiempo a su lado,
he reconocido que a ella no la puedo traicionar